Madrugada de mediodía
Emergí de tu casa,
corazón henchido,
en vuelo turquesa, la memoria.
Volviéronse mis manos laboriosas
desatando los nudos del silencio.
Como cielo en flor de amaneceres
en el alma me nacieron pájaros
y canté mi canción
casi olvidada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario